La mayor parte de nuestra vida se la dedicamos a las actividades comerciales. La supervivencia de las sociedades está ligada de manera directa con el sistema económico, político y social, adaptada a las normas del gobierno de cada país.
En el tiempo actual, con todo el desarrollo que experimentan los grupos humanos, las agitadas agendas de la ciudad, las legalidades, procedimientos administrativos, pago de tarifas fiscales, el acelerado crecimiento demográfico y la presión diaria por cubrir las necesidades básicas, dejan poco tiempo libre para disfrutar de las bondades que ofrece nuestra estadía en el planeta tierra.
Es por esta razón que comienzan a surgir nuevas formas de trabajo, así como medios para optimizar los procedimientos requeridos, que contribuyen con el logro de las actividades laborales y personales. La tecnología ha permitido que esto sea posible. Cada día las personas se interesan por salir de la cómoda pero agobiante oficina, en búsqueda de opciones que simplifiquen la vida, sin dejar de generar ingresos monetarios.
Cooperativas de facturación y su función en el sistema laboral
Algunos términos pueden generar cierta confusión al momento de iniciar una compañía o emprender un proyecto personal. La información disponible, respecto a modos de llevar a cabo actividades comerciales, resulta abrumadora. Dedicar algunos minutos en informarnos puede ayudarnos a despejar dudas importantes y comenzar con buen pie.
Una de las maneras de aliviar las responsabilidades de un trabajador independiente, es mediante las cooperativas de facturación. Se trata de un mecanismo mediante el que se elaboran las facturas de cobro a los clientes, por trabajos que mayormente son realizados de forma esporádica.
Para utilizar este medio, no es necesario ser un trabajador autónomo. Este último es la persona que realiza de manera personal y directa, las actividades económicas de una compañía jurídica.
Las empresas de cooperativas de facturación, se encargan de todos los detalles relacionados con el cobro de comisiones por la elaboración de un trabajo. Esto incluye el pago de impuestos correspondientes, derivados de la suma adquirida por parte del trabajador, en cada actividad comercial. De este modo un freelance o emprendedor, puede reducir las innecesarias altas (registros) y bajas en el sistema de seguros sociales.
El objetivo de estas compañías es facilitar trámites y gestiones a los emprendedores, para que puedan llevar a cabo sus actividades, sin tener que preocuparse por los detalles legales que estas implican.
Los trabajadores autónomos deben pagar una cuota fija mensual, impuesta por los entes competentes, a la seguridad social. Además deben cumplir con otras obligaciones fiscales requeridas por la Hacienda. El pago de estas tarifas se realiza desde el primer día de actividad comercial.
Al utilizar los servicios de cooperativas de facturación, el trabajador evita el pago de impuestos mientras no realiza actividades comerciales. Es decir, durante el tiempo que se encuentre inactivo o sin generar ingresos, no pierde dinero debido a las altas en el sistema social.
En todas las contrataciones es obligatorio comunicar a la Tesorería General de la Seguridad Social las altas, bajas y variaciones de los datos de un trabajador cuando estos vayan a iniciar o culminar una actividad comercial en tu empresa. El pago de cotizaciones debe mantenerse mientras exista una relación laboral.
Las plataformas encargadas de las cooperativas de facturación, conocidas también como cooperativas de trabajo asociado, funcionan de la siguiente manera:
- Primero debes inscribirte en una empresa de facturación y depositar una tarifa única, que puede ser devuelta de manera parcial o total dependiendo del momento en que desees terminar la afiliación al servicio. Las cuotas de autónomos son mucho más altas comparadas con las tarifas que debes cancelar en una cooperativa de facturación.
- Cuando surge una actividad comercial, que requiera de la facturación legal de los costos del servicio, la empresa de cooperativas de facturación se encarga de darte de alta en el seguro social durante los días o las horas que vayas a realizar el trabajo.
- Es posible que tengas que avisar a la empresa, con un poco de antelación, que estas próximo a iniciar una actividad laboral.
- Dependiendo del precio de tu trabajo la base de cotización puede ser máxima o mínima. Estas se calculan según la aptitud, titulación y prestaciones que realice la persona.
- Una vez culminada la actividad, el trabajador debe facilitar los datos del cliente a la empresa de cooperativas de facturación.
- Cuando se genere la factura, será devuelta a nuestras manos para hacer entrega de la misma al cliente.
- El consumidor deberá depositar el dinero en la cuenta de la cooperativa.
- Luego la empresa se encarga de enviarnos nuestra parte del dinero. Las cooperativas de facturación reciben el monto neto del trabajo y se restan los gastos administrativos correspondientes.
Estos incluyen seguridad social, Impuesto Sobre la Renta de las Personas Físicas o I.R.P.F, Seguro de Responsabilidad Civil, la Mutua Accidental (asistencia médica durante el trabajo), los gastos generados por el alta y baja del Servicio de Seguridad Social y la gestión bancaria.
La diferencia entre realizar estos procedimientos siendo un trabajador autónomo y dejarlo en manos de las compañías de cooperativas de facturación, tiene que ver con los altos porcentajes que deben pagarse en el primer caso. Al ser tarifas fijas, el cumplimiento de las responsabilidades fiscales se complica dependiendo de la cantidad de dinero que ingresa mensualmente en nuestras cuentas bancarias.
Si un mes no fue de gran provecho tendremos que ingeniarnos la manera de pagar esas altas sumas de dinero. Las cooperativas de facturación permiten evaluar de manera individual los costos generados por cada actividad comercial. Cada una arrojará un importe fiscal diferente dependiendo del dinero que produzca. Las cooperativas de trabajo asociado evitan el inagotable papeleo jurídico de una compañía.
Diferencia entre programa de facturación y cooperativas de trabajo asociado
Los programas de facturación permiten administrar la contabilidad de un negocio de manera sencilla, ordenada y ágil. Es un software dedicado a la gestión de la tesorería de una empresa, ideal para aquellas personas que no tienen mucha experiencia en los aspectos administrativos de una compañía. Esto implica gestión de cobros, pedidos y relación con clientes y proveedores.
Algunos programas de facturación requieren del pago de comisiones. Otros son gratuitos, pero quizá no cuenten con todos los servicios necesarios para llevar a cabo la administración correcta de la empresa.
Por otra parte, las cooperativas de facturación son utilizadas por personas que realizan trabajos puntuales y que no tienen el tiempo o el conocimiento suficiente para encargarse de los trámites legales de un trabajo. Ofrecen asesoramiento legal para evitar infracciones fiscales o administrativas.
Mientras que los programas de facturación son utilizados de manera directa por trabajadores autónomos, pequeñas y medianas empresas, las cooperativas de facturación son manejadas por terceros, lo que permite al trabajador centrarse en realizar la actividad comercial y recibir el pago correspondiente por cada trabajo culminado con éxito.
¿Por qué utilizar los servicios de las cooperativas de facturación?
Aunque encargarse de todos los aspectos legales y administrativos de nuestra compañía puede ser la mejor opción, permitiéndonos comprobar que todo marcha bien, dejar el trabajo pesado en mano de profesionales puede marcar la diferencia en la realización de las actividades comerciales.
Centrarnos en los detalles de cada trabajo asegura mejores resultados, lo que mantendrá a nuestros clientes animados a seguir contratando nuestros servicios.