A modo resumen, el coworking consiste en una forma de trabajo que permite a profesionales independientes y emprendedores de diferentes sectores, compartir un espacio de trabajo, tanto físico como virtual, para desarrollar sus proyectos de manera independiente o en equipo. Es decir, es una práctica que consiste en compartir el lugar de trabajo.
Pero, ¿de dónde viene este término?
En 1999, el diseñador de videojuegos americano Bernie DeKoven, inventó el término de coworking, es por eso que considerado por muchos el padre de este modelo de trabajo. De hecho, fue el primero en referirse a este concepto como el trabajo conjunto, a la colaboración y a las posibilidades que nos daban los ordenadores. Además, ese año nacieron las primeras oficinas compartidas en Nueva York.
Mucha gente piensa que el coworking es una tendencia que surgió a raíz de la crisis, pero los usuarios de estos espacios, bien saben que no es así, es mucho más que eso, cuando piensan en su espacio de trabajo, las palabras que vienen a su mente son: comunicación, creación, creatividad y comunidad.
Lo podríamos resumir en la siguiente frase: ‘Solos podemos ir más rápido, pero juntos, podemos llegar más lejos’. Los coworkings son la perfecta solución para el problema de aislamiento que supone para muchos trabajadores independientes, la experiencia de trabajar solo en casa, pero va mucho más allá de eso.
Hoy venimos a hablar de las múltiples ventajas que suponen estos espacios:
Bye Bye Soledad
Varios estudios afirman que trabajar en casa o, como muchos llaman, practicar home office, puede causar soledad, aislamiento y depresión. De hecho, SPACES (empresa especializada en espacios colaborativos de trabajo), realizó una evaluación de esto y, los resultados revelaron que el 38% de los trabajadores que ejercen desde casa, se sienten solos, el 64% oxidados por su falta de interacción y, por último, el 32% expresó miedo a sufrir sobrepeso por estar comiendo todo el día.
Muchos de los emprendedores tienen que pasar por un período en el que han de llevar la soledad que supone trabajar solo en casa. En los espacios coworkers, pasarás a formar parte de un grupo de personas que lo están pasando igual que tu, conocerás a otros freelance de tu misma profesión o complementarios a tu trabajo, lo que te permitirá enriquecerte con sus conocimientos y formas de trabajar. Incluso, hasta podrás compartir datos sobre los mejores proveedores para tu empresa o proyecto, incluso quién te podrá imprimir las mejores camisetas personalizadas para ti y el equipo en la ciudad. Siempre que necesites contacto con otros lo podrás tener y ya no volverás a tener esa sensación de estar solo.
Ahorro
Compartir oficina se resume en compartir gastos. Cuando las empresas comienzan, se ha de calcular hasta el último céntimo. Una muy buena idea a la hora de ahorrar los gastos que alquilar una oficina para una o dos personas supone, se reduce considerablemente al entrar a formar parte de estos espacios, donde pagas una cuota reducida del total disponiendo de los mismos e incluso más servicios.
Por ejemplo, en España, un coworking puede ir desde 4€ (alquilandolo por horas) hasta unos 210€ (alquilando el espacio mensualmente). Todo esto, depende de los servicios que contratemos, el tipo de espacio que queramos y el tiempo que queramos estar, como hemos dicho, estos espacios ofrecen tarifas que van desde el alquiler por horas, pasando por alquiler semanal o mensual.
Flexibilidad
¿Cansado de los típicos horarios de trabajo? Que sea el trabajo el que se ajuste a ti y no al revés. Al ser tú mismo quien decide a la hora que entras y sales, obtienes una flexibilidad que difícilmente puedes encontrar en otro lugar. Este tipo de forma de trabajar, permite que ya no haya restricción impuesta por otros, por esa figura del “jefe” que todos hemos tenido, permite que los que están dentro de este ambiente, vuelvan a conectarse con su trabajo.

Networking
En los entornos de coworking, se crea una gran red de contactos (fundamental para los emprendedores, y cualquier profesional), puedes tener conversaciones con compañeros de tu misma área o de otras, compartir con otras personas, validar tu idea o punto de vista y obtener una visión más grande de un proyecto que se quiere desarrollar. En una oficina convencional, resulta mucho más difícil poder hablar con profesionales de otro sector o de un departamento distinto al nuestro puesto que suelen estar separados por pisos, paredes e incluso bloques, poniendo barreras entre las personas que únicamente buscan apoyo y comunicación.
Eventos
Uno de las grandes ventajas de este modelo de trabajo, es la posibilidad de asistir a los eventos que organizan, vitales para mantener el espíritu de comunidad que se siente al formar parte de uno. Desde comer todos juntos, pasando por cursos formativos, asistencia de ponentes… hasta afterworks, reuniones informales después del trabajo con una cerveza o copa en la mano en las que entablar amistad con otros miembros del espacio. Lo importante es que trabajando en comunidad, nunca te vas a quedar sin ideas para organizar eventos corporativos.
Comunidad
No en todas las empresas se respira un ambiente agradable; las oficinas convencionales no suelen tener el factor comunidad en sus características. Sin duda, la mayor ventaja de este tipo de espacios, es el la sensación de afiliación, de formar a ser parte de una comunidad, de convertirse en parte de una familia.
Este tipo de modelos de negocio, transforman el espacio de trabajo en un ambiente relajado, donde las personas se vuelven más accesibles, más abiertas, lo que promueve la conversación. Son las personas las que hacen de una comunidad, algo más que un espacio de trabajo.
Diseño
Los coworkings tienen un diseño diferente al resto de espacios y organismos en los que hayas trabajado. Este diseño abierto, amplio y luminoso, consigue que se cree una atmósfera, genera un entorno más propicio para el trabajo.
Normalmente se caracterizan por ser grandes espacios bastante minimalistas que se convierten en un espacio social. Además, suelen tener juegos como mesas de ping-pong o de billar (entre otros) para que cuando necesites tomar un descanso puedes hacerlo tranquilamente. Para tomarte un respiro, usualmente se suelen encontrar zonas comunes en las que hay sofás y otros elementos del estilo para descansar de vez en cuando o reunirte con otros trabajadores.
Por ejemplo, en Barcelona, está el espacio coworking La Vaca, en su página web, disponen de un tour 3D en el que podemos ver todo el espacio. Disponen de multitud de zonas comunes como la cocina, un montón de sofás repartidos por toda la oficina, una TV con su correspondiente Playstation y, en la planta de abajo, una mesa de billar para jugar cuando nos apetezca.
Oportunidad
Desde el sofá de casa trabajando en pijama, a veces, puede ser complicado conocer gente nueva con la que trabajar o entablar amistades y, es que, el home office nos aísla mucho más del resto de personas, en cambio, las redes de emprendedores como los coworking, son perfectas para aportar ideas y que los demás nos aporten a nosotros. Se crean amistades empresariales y muchos proyectos en común. Es un perfecto entorno en el que encontrar nuevos clientes y hacerse con contactos, ya que, variedad de profesionales de distintas ramas son los que habitan en este clima, así que se fomenta de manera natural la colaboración.
Ubicación
Normalmente estos espacios suelen tener una muy buena ubicación, valor que los hace todavía más atractivos de lo que ya son. Muchos de los emprendedores y pequeñas empresas que comparten este lugar de trabajo, no podrían permitirse alquilar una oficina en tan buen lugar, los alquileres serían carísimos para una o dos personas, es por eso que, pagando una pequeña parte de lo que supondría hacerlo todo solo, pueden disponer de un espacio que cumpla con todas sus expectativas y esté bien comunicado.