Tanto si eres amante de la música electrónica como si no, seguro que recuerdas el proyecto de crowdsourcing ‘Plan B’ lanzado por Carlos Jean y Ballantines. Miles de personas enviaron al músico sus melodías para completar la base rítmica creada por Jean y, así, crear una serie de canciones. Éstas llegaron a estar en lo más alto de las listas de éxitos de nuestro país.
Este ‘Plan B’ ha sido uno de los proyectos de colaboración masiva más populares de nuestro país y es, sin duda, un buen ejemplo para explicar de una forma sencilla qué es el crowdsourcing: una actividad abierta y participativa que generalmente se lleva a cabo de forma online.
Por ejemplo, una empresa, ONG o institución pública lanza una tarea mediante una convocatoria abierta a unos usuarios o una comunidad online. Éstos, por norma general, comparten un conocimiento específico sobre la tarea a desarrollar. Así, por ejemplo, la gran mayoría de personas que enviaron sus melodías en ‘Plan B’ pertenecían al campo de la música y la composición musical.
No tiene por qué ser una tarea sencilla, su complejidad varía dependiendo de la necesidad de quién lanza la convocatoria. La comunidad que participa aporta conocimiento, trabajo, experiencia o, incluso, una cantidad económica al proyecto. Se trata de una actividad que satisface las necesidades de ambas partes e implica un beneficio mutuo y va más allá de lo meramente económico.
Dependiendo de lo que ambas partes busquen, se denomina de una forma u otra: todos conocemos diferentes plataformas de crowdfunding cuyo objetivo es recaudar dinero para poner en marcha un proyecto mediante donaciones monetarias. Existen también otras modalidades de crowdsourcing como la creación colectiva o crowdcreation o la crowdcreativity.
El crowdsourcing, que en español se puede traducir como colaboración masiva, ha sido acuñado en Estados Unidos donde ya se lleva desarrollando desde hace muchos años. En España es un término relativamente nuevo que, poco a poco, va abriéndose paso entre nuestras empresas.
Seguro que ya te haces una idea de la cantidad de ventajas que el crowdsourcing implica para tu negocio, sino, te contamos algunas:
- Puedes recopilar muchas propuestas: el crowdsourcing es una fuente de ideas de alta calidad que conviene tener a buen recaudo para poder aplicarlas en un futuro.
- Tienes una relación casi constante con la comunidad: puedes estar conectado con tus colaboradores de forma permanente o recurrente, de manera que la colaboración puede alargarse en el tiempo que necesites.
- Es fuente de ideas innovadoras: seguro que entre todas las propuestas encuentras ideas o experiencias que no se te hubieran ocurrido a ti sólo y pueden ser muy positivas para tu negocio.
- Da soluciones rápidas: si te surge un problema, seguro que hay colaboradores que ya han pasado por lo mismo Merece la pena preguntarles ¿no crees?
- Reduces los costes: al ser online, puedes abrir una convocatoria sin necesidad de tener que publicitarlo y el abono de una cantidad depende de la plataforma online donde quieras lanzar el proyecto.
Otra forma de poder hacer crowdsourcing, sin tener que recurrir al mundo online, son los espacios de coworking. Te sorprenderás de la cantidad de personas que te pueden ayudar de una forma innovadora y práctica ¿A qué esperas para comprobarlo? Entra en blog.worktel.com y encuentra el espacio que mejor se adapte a ti.
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